Llamado a la acción
En noviembre próximo, Azerbaiyán será anfitrión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, también referenciada como Conferencia de las Partes, cuya próxima edición se da a conocer con la sigla COP 29. La elección de la sede es más que polémica; Azerbaiyán es un país prácticamente dependiente de la explotación de combustibles fósiles, cuyos ingresos económicos se derivan del petróleo y del gas, de los mayores productos responsables de la contaminación ambiental. Se trata además de un Estado que demuestra desprecio por la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión, con numerosos detenidos políticos y responsable de atroces crímenes de guerra. Llamamos a medios de comunicación, activistas climáticos, organismos de derechos humanos, organizaciones políticas y miembros de la sociedad civil a alzar la voz en protesta contra este intento de “greenwashing”, es decir, lavar la imagen mediante un presunto interés ecológico, que pretende realizar el régimen azerbaiyano.
Autocracia familiar terrorista y genocida
Aunque prácticamente ignoto para gran parte del mundo, Azerbaiyán es una pequeña nación ex soviética ubicada en el Cáucaso, zona montañosa en la frontera euroasiática. De población étnica de origen túrquico, consiste prácticamente de un pequeño Estado satélite de Turquía utilizado como punta de lanza en los afanes expansionistas neo-otomanistas y panturquistas del régimen turco, que en el pasado han provocado el genocidio de armenios, asirios, griegos y otras poblaciones, con millones de víctimas. Desde su independencia de la Unión Soviética en 1991, el régimen azerí es manejado prácticamente como una dinastía familiar. El actual mandatario, Ilham Aliyev, que está en el poder desde hace más de veinte años y a principios de 2024 se ha asegurado un nuevo mandato de ¡7 años! en elecciones absolutamente fraguadas y fraudulentas, sin participación de la oposición real, heredó el cargo de su padre, Heydar Aliyev, quien gobernó los primeros diez años post soviéticos. Dentro de esta lógica de casta parental, la vicepresidenta del país es su esposa, y manejan el Estado como su propio negocio doméstico.
Genocidio y crisis humanitaria en Artsaj (Nagorno Karabaj)
En los últimos años, Azerbaiyán llevó una campaña brutal en la región de Nagorno-Karabaj (Artsaj), donde consumó una limpieza étnica y ocupación militar obligando a más de 100,000 armenios a huir de sus hogares, con el apoyo de Turquía y Pakistán. Durante esa operación, cometió numerosos delitos y crímenes de guerra, como bombardeos a civiles, escuelas, hospitales e iglesias, la utilización de bombas de racimo, prohibidas por la ONU, empleo de mercenarios y terroristas del ISIS. También mantuvo un bloqueo de nueve meses que causó una crisis humanitaria, dejando a la población sin acceso a alimentos, medicinas y otros suministros esenciales. Una agresión sistemática en flagrante violación del derecho internacional, cuyo resultado fue el fin de la presencia de armenios, población originaria del lugar, que estaba desde hace por lo menos 3 mil años allí. Un informe redactado por Luis Moreno Ocampo, primer fiscal de la Corte Penal Internacional, calificó estas acciones como genocidio.
Corrupción, opresión y violación de derechos humanos
Azerbaiyán es uno de los estados más corruptos y represivos del mundo. El país ocupa el puesto 154 de 180 en el índice de percepción de la corrupción de la agencia Transparencia Internacional. La organización no gubernamental Freedom House describe a Azerbaiyán como “no libre” y le otorga 7 de 100 puntos en el Índice Global de Libertad. Según Human Rights Watch, la situación de los derechos humanos ha visto un deterioro dramático desde mediados de 2012. El régimen toma medidas contra políticos de la oposición y la sociedad civil a través de arrestos, legislación restrictiva y cooptación. El Estado se niega a registrar asociaciones independientes que se expresan de manera crítica. En 2017 Azerbaiyán fue excluido de la junta de la Iniciativa de Transparencia de las Industrias Extractivas debido a su legislación represiva sobre la sociedad civil. Las leyes restrictivas impiden el funcionamiento de organizaciones independientes, y las protestas son brutalmente reprimidas. Opositores y periodistas críticos son perseguidos y arrestados. Actualmente hay numerosos presos políticos.
El Estado fósil de Azerbaiyán
La economía de Azerbaiyán está dominada por la industria de los combustibles fósiles, con el 90 por ciento de sus exportaciones provenientes del petróleo y el gas. La empresa estatal SOCAR, que juega un papel central en la economía, es conocida por sus prácticas corruptas y su falta de transparencia. A pesar de las promesas de avanzar hacia las energías renovables, los compromisos climáticos de Azerbaiyán son inadecuados y su implementación ha sido mínima. En cuanto a los estándares climáticos y sociales, la empresa ocupa uno de los lugares más bajos en el Ranking de Referencia de Petróleo y Gas de la Alianza de Referencia Mundial. Mukhtar Babayev, quien fue designado por el régimen azerí como presidente de la COP, trabajó anteriormente en SOCAR durante 26 años; además, el comité de la COP incluye ejecutivos actuales de la industria fósil, destacando claros conflictos de interés. Como sucedió en la COP 28 de Emiratos Árabes el año pasado, nuevamente un país eminentemente petrolero se encarga de organizar un encuentro en el que presuntamente se debate cómo mejorar la preservación del medio ambiente, pero en realidad lo utiliza para realizar negocios con otros países para vender petróleo.
COP 29 en Azerbaiyán: una vergüenza
La Unión Europea es el mayor socio comercial del país, representando el 66 por ciento de sus exportaciones. Si los ingresos de los combustibles fósiles se agotan a mediano plazo debido al avance del bloque europeo hacia la neutralidad climática, la economía y el modelo estatal económico de Azerbaiyán claramente fallarían, además del posible agotamiento de los recursos. Para garantizar la estabilidad del régimen, Azerbaiyán debe inevitablemente recurrir a las energías renovables, para las cuales quiere atraer mayor financiamiento internacional en la COP 29. Además, después de la mala prensa internacional en los últimos años, quiere obtener legitimación externa con este evento. Sin embargo, ya desde el comienzo la mentalidad machista y retrógrada del clan gobernante salió a relucir: presentó un comité organizador de 28 personas cien por ciento masculino, todos varones. Insólito. Ante las obvias críticas, se agregaron luego 12 mujeres, un claro ejemplo de que la participación de mujeres no siempre equivale a un enfoque feminista. Es increíble que la ONU se haya prestado a esta maniobra para validar a un régimen machista, corrupto y genocida.
Acciones concretas
Es evidente que el evento ya está encaminado y a esta altura es muy difícil que se pueda evitar el desarrollo de la cumbre en Azerbaiyán. Sin embargo, urge tomar medidas de denuncia y visibilización de estas realidades, dejar asentada la disconformidad de esta elección y aprovechar la oportunidad además para exigir la liberación de los detenidos políticos azeríes y los prisioneros armenios rehenes en Azerbaiyán de manera ilegal, incluidas autoridades del Estado de Artsaj, que funcionó como república autónoma aunque sin reconocimiento internacional durante unos treinta años hasta la ocupación turco-azerbaiyana. De aquí hasta noviembre inclusive y sobre todo durante la cumbre, se pueden realizar las siguientes acciones:
1. Difusión en medios y redes sociales: Usá el hashtag #BoicotCOP29 para difundir información sobre las violaciones de derechos humanos y la corrupción en Azerbaiyán, y exigiendo libertad a presos políticos y prisioneros de guerra armenios. Compartí artículos, testimonios y llamados a la acción.
2. Reenvío a contactos: Envía este mensaje y otros recursos informativos a tus contactos.
3. Visibilización en la vía pública: Pancartas, folletos, stickers, fanzines, organización de charlas presenciales u online, toda forma de manifestación y expresión pública..
4. Contactar a representantes políticos y medios de prensa: Escribí a representantes políticos locales, nacionales e internacionales, periodistas, activistas, influencers y medios de prensa, instándolos a condenar las violaciones de derechos humanos en Azerbaiyán y a rechazar la realización de la COP 29 en Bakú, la capital de ese país.
¡No a la COP29 en Azerbaiyán!
POLITICAGLOBAL.AR
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