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Por Angelo Nero / Nueva Revolución
El pasado viernes, 15 de noviembre, como colofón a un ciclo de manifestaciones antigubernamentales, en contra de la aprobación de un acuerdo de inversiones con la Federación Rusa, de cuya economía es dependiente, una marea de opositores tomaron el edificio de la administración presidencial y el Parlamento de Abjasia, forzando la huida del presidente Aslan Bzhania, que buscó refugio en su pueblo natal, Tamishi, al sur de la república separatista.
Abjasia, situada en la vertiente suroccidental del Caúcaso, y al noroeste del Mar Negro, fue una República Autónoma dentro de la República Socialista Soviética de Georgia, desde 1931 a 1990. Tras la disolución de la URSS, la RASS de Abjasia declaró su independencia -como hizo otro territorio caucásico, Nagorno Karabakh- y se produjo una cruenta guerra entre abjasios -apoyados por armenios y rusos- y georgianos por el control del territorio, del que salieron victoriosos los primeros, y Abjasia se convirtió de facto en un estado independiente, a pesar de que a nivel internacional, apenas un puñado de países, entre ellos Rusia, Venezuela y Siria, lo reconozcan.
En un clima de alta inestabilidad política, que se avivó con la detención de varios líderes opositores, con concentraciones y bloqueos de importantes vías de comunicación, como el puente de Kodor, una de las entradas a la capital, Sujumi. Ese viernes 15, se votaba el polémico acuerdo, que daba importantes ventajas fiscales a la inversión rusa, y además les facilitaba el hacerse con la propiedad de tierras, hasta ahora algo reservado para aquellos que habían nacido en Abjasia.
Pero la votación no pudo producirse tras la irrupción de los manifestantes opositores en el parlamento, exigiendo la retirada del proyecto y la renuncia del presidente Bzhania. Este martes, 19 de noviembre, el presidente presentó su dimisión, “para mantener la estabilidad y el orden constitucional del país”. El parlamento nombró en su lugar al hasta ahora vicepresidente, Badra Gunba, y primer ministro a Valerij Bganba, antiguo presidente de la Cámara Baja, tras la dimisión de Aleksandr Ankbau.
Las nuevas autoridades de Abjasia han firmado un acuerdo con la oposición, para que finalicen las revueltas, a cambio del rechazo al acuerdo de inversión rusa. El mismo presidente dimitido, Bzhania, había llegado al poder, en 2019, en una toma del parlamento similar a la producida hace unos días.