Filipinas, seducida por EEUU y Japón, desafía a China

Además de las tensiones por Taiwán, el deterioro de la relación entre China y Filipinas es hoy otro de los principales focos de preocupación en el Mar de China Meridional. Durante el mandato del filipino Rodrigo Duterte la situación se mantuvo estable, pero en 2022 con la llegada al poder en ese país de Ferdinand Marcos y Romuáldez, conocido popularmente como Marcos Jr., las disputas se han intensificado notablemente.

Recientemente, China ha denunciado el despliegue de un sistema de misiles de mediano alcance por parte de Estados Unidos en Filipinas. Este despliegue, el primero de su tipo en Asia-Pacífico desde el final de la Guerra Fría, amenaza con desequilibrar la región. Washington parece enviar un mensaje claro a China en su intento de limitar su expansión.

En cuanto a las disputas en el Mar de China Meridional, Beijing asegura estar comprometida con la resolución de desacuerdos mediante consultas en igualdad de condiciones y respeto a los compromisos previos, pero acusa a Estados Unidos de influir en la posición de Filipinas.

El Mar de China Meridional es un área estratégica que conecta los océanos Pacífico e Índico. Si Japón y Estados Unidos fortalecen su cooperación en seguridad con Filipinas, China enfrentará mayores desafíos. La administración de Duterte fue apaciguadora con China y evitó fortalecer los lazos de seguridad con Occidente. En cambio, Marcos ha alineado su política con Estados Unidos, profundizando las disputas y añadiendo cuatro bases adicionales para el Ejército estadounidense, dos de ellas cerca de Taiwán.

Además, Filipinas y Japón están negociando un Acuerdo de Acceso Recíproco para facilitar el envío de tropas y mejorar la cooperación militar. En abril, Marcos Jr. asistió a la primera cumbre entre Japón, Estados Unidos y Filipinas, consolidando esa alianza. Esta cumbre marca un cambio significativo en la situación regional.

Japón y Estados Unidos han establecido varios marcos de cooperación multilateral, como AUKUS y Quad, para contrarrestar los desafíos de China y asegurar la hegemonía estratégica en la región. Además, han subrayado el compromiso de profundizar la cooperación en seguridad marítima, organizando ejercicios trilaterales para reforzar la competencia de la Guardia Costera de Filipinas.