Finalmente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una rapto de lucidez cada vez menos frecuente, tomó la decisión de declinar su candidatura para las elecciones de noviembre, mediante un comunicado en el que expresó que es lo mejor para el país y para su partido y su intención de centrarse en sus deberes presidenciales hasta el final de su mandato en enero de 2025.
La noticia llega tras semanas de especulación y presión. Biden ha enfrentado críticas por su desempeño en el reciente debate de candidatos y sus cada vez más frecuentes lapsos mentales y furcios, que ponían en duda su capacidad física y mental para aforntar un nuevo período. Los pedidos para que revea su postura eran numerosos, incluyendo importantes figuras del Partido Demócrata como la expç presidenta de la Cámara de Representatnes, Nancy Pelosi, y el ex presidente Barack Obama.
Kamala Harris, actual vicepresidenta, tuvo el guiño de Biden para ser su sucesora en la candidatura demócrata. A través de sus redes sociales, Harris agradeció el apoyo del presidente y manifestó su compromiso de unir al partido y derrotar a Trump si es electa por el partido como candidata. A medida que se acerca la convención nacional del partido en agosto, la urgencia de presentar una candidatura se hace cada vez más evidente.