_edited.png)
El presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou inició su último año de mandato con una sesión de rendición de cuentas ante el parlamento el 2 de marzo, sin embargo, su discurso fue más bien un resumen de los últimos cuatro años de gestión, pintando un retrato idílico de Uruguay que contrasta de manera evidente con la realidad actual que enfrenta el país.
En su intervención, Lacalle abordó cuatro áreas principales de su gobierno: seguridad, vivienda, salud y educación. Destacó la importancia de la democracia, enfatizando la necesidad de protegerla como una construcción progresiva de los partidos políticos y la sociedad civil, señalando las amenazas que enfrenta en otros países de la región. De esta forma, pretende alimentar la ridícula figura imaginaria de que Uruguay es "una isla" en la región, ejemplo democrático y modelo a imitar.
A pesar de que este exponente de la derecha mantiene un tono menos beligerante que el argentino Javier Milei, también ha hecho de la supuesta "libertad" el lema central de su gestión Presumió aparentes avances avances en materia de seguridad, pero tuvo que admitir que "aún queda mucho por hacer" para combatir la violencia y el crimen en el país.
En cuanto a la vivienda, destacó los "esfuerzos" del gobierno para proporcionar alojamiento a las familias necesitadas, pero las cifras sugieren que han sido insuficientes dado el creciente número de personas sin hogar en las ciudades principales del país.
En materia de salud, el presidente resaltó la reciente inauguración de nuevos hospitales y la asignación de fondos para abordar problemas de salud mental y adicciones. Sin embargo, las críticas apuntan a la falta de recursos adecuados en algunos centros de salud, como se evidenció en un trágico incidente reciente que mostró deficiencias en la atención médica.
Lacalle también mencionó la seguridad social y el empleo como áreas de enfoque para su gobierno, destacando la creación de nuevos puestos de trabajo durante su mandato. Sin embargo, hay problemas persistentes en la economía y falta de crecimiento en sectores clave.
Su gobierno se ha visto salpicado también en casos de corrupción.
El discurso de Lacalle no refleja en absoluto la realidad que se vive en Uruguay.