_edited.png)
(Foto: Ámbito)
Este domingo se realizaron nuevas elecciones parlamentarias en Grecia, que a diferencia de lo sucedido en las anteriores celebradas en mayo pasado, esta vez el porcentaje obtenido por el partido conservador Nueva Democracia del primer ministro Kiriakos Mitsotakis, quien gobierna desde 2019, le permitiría formar un nuevo gobierno por otros cuatro años, al obtener mayoría de escaños en el parlamento griego; 157 de 300, si bien todavía no están escrutadas el 100 por ciento de las mesas.
La principal fuerza opositora, Syriza, del ex primer ministro entre 2015 y 2019, Alexis Tsipras, volvió a quedar segunda pero nuevamente a mucha distancia. En tercer lugar se está ubicando Pasok-Kinal, también un espacio de los denominadas progresistas, seguidos por el Partido Comunista de Grecia, mientras que la ultraderecha representada por Espartanos queda en quinto lugar, y el partido izquierdista MeRa25, del mediático ex ministro de Economía de Tsipras, Yanis Varufakis, peleaba por superar la barrera del 3 por ciento para entrar al parlamento.
El respaldo al primer ministro Mitsotakis se le atribuye principalmente a su gestión económica, debido a que se han visto aumentos en salarios y pensiones, aparentemente mayores inversiones y un crecimiento económico superior a la media de la Unión Europea, si bien aún alcanza los niveles previos a la gran crisis financiera que tuvo el país en 2010, lo que catapultó al poder a la fuerza Syriza, un movimiento que era de izquierda, cercana al trotskismo, pero una vez en el poder fue virando cada vez más hacia el centro.
El mandato de Mitsotakises no se ha visto privado de escándalos, como escuchas telefónicas ilegales a un político opositor y a periodistas. A su vez, ha adoptado una política migratoria más férrea a pesar de las críticas de grupos de derechos humanos. Esto ha cobrado mayor dimensión luego del reciente naufragio de un buque pesquero que había partido desde Libia realizando una ruta peligrosa para tratar de sortear los controles europeos y terminó hundiéndose cerca de las costas griegas provocando cientos de muertos. i
Cabría preguntarse qué grado de incidencia tiene en el ascenso de la derecha en varios Estados europeos, americanos y del mundo, la gran decepción que producen los gobiernos autoproclamados progresistas o de centroizquierda cuando acceden al poder.