Líder opositor Ousmane Sonko (Foto: Afp - Seyllou)
El gobierno de Senegal ordenó la disolución del partido Patriotas Africanos de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Franternidad (PASTEF), uno de los principales espacios de la oposición, liderado por Ousmane Sonko, quien fue detenido el pasado viernes en su domicilio e inició una huelga de hambre. La medida ocasionó manifestaciones en el país africano, durante las cuales se registraron dos muertos en la localidad de Ziguinchor, en el suroeste del país, de donde es alcalde Sonko.
La administración del presidente Macky Sall ha confirmado las víctimas, a cuyos familiares transmitió condolencias y llamó a a la población a la "calma y serenidad", informando que tomarán "todas las medidas" para garantizarlas. A su vez, culpó a los líderes de la fuerza opositora disuelta por causar la pérdida de vidas y el saqueo de propiedades durante otras protestas anteriores.
Sonko es un dirigente carismático ampliamente apoyado por la juventud de Senegal, y era visto como una amenaza para el partido gobernante de cara a las elecciones de 2024. En 2019 había quedado tercero, pero desde entonces su figura ha ido creciendo. Ahora se encuentra en prisión mientras espera el juicio por varios cargos penales por los que se lo acusa, entre ellos, llamamiento a la insurrección, asociación ilícita, conspiración contra el Estado y hurto. A su vez, hace un mes había tenido una condena por una acusación de "corrupción de jóvenes" basada en denuncias presentadas en su contra por una antigua empleada de un salón de belleza que lo acusó de violación y amenazas de muerte.
Desde hace tiempo, Sonko denuncia persecución política en su contra por parte del oficialismo para evitar que se presente a los próximos comicios, en los que se especula con que el mandatario actual, en el cargo desde 2012, vuelva a pretender candidatearse, algo que ha descartado públicamente.
La disolución del partido PASTEF, un moviimiento panafricanista que apunta contra el neocolonialismo y aboga por la revisión de acuerdos comerciales entre Senegal y la Unión Europea, así como por la salida del Franco CFA, moneda colonial impuesta por Francia, fue criticada por diversos referentes políticos de Senegal como un “retroceso sin precedentes” en la historia republicana del país de África occidental, con frecuencia considerado como un bastión de la democracia y líder regional en diplomacia.
Mientras tanto, el gobierno senegalés restringió los servicios de internet el lunes, alegando combatir la “difusión de mensajes de odio y subversivos en las redes sociales”.