El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó a la Unión Europea (UE) por realizar lo que considera "amenazas" durante las negociaciones por un acuerdo de libre comercio entre ese bloque continental y el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La Comisión Europea planteó en una carta que envió a principios de año a los cuatro países una serie de requisitos para avanzar en el tratado, que lleva más de 20 años gestándose, aún se encuentra estancado y tiene la resistencia de gobiernos europeos como el de Francia, Austria e Irlanda, por la competencia que supondrían los productos agrícolas provenientes de América Latina. En la epístola se exigía por ejemplo cumplir con el Acuerdo de París sobre cambio climático, proteger la biodiversidad y respetar las normas laborales.
"Europa ha jugado una carta agresiva. La misiva que escribió al Mercosur amenazaba con castigarnos si no cumplíamos ciertos requisitos medioambientales", señaló el mandatario brasileño en una rueda de prensa. "Dos socios estratégicos no discuten amenazas, sino propuestas", afirmo, y adujo que Brasil no necesita demostrar sus credenciales ecológicas a Bruselas, ya que más del 80 por ciento de su producción eléctrica es de fuentes renovables, una tasa que la mayoría de los Estados europeos no están aún cerca de obtener.
"No aceptamos la carta de la Unión Europea. Es imposible concebir entre socios históricos como nosotros un texto tan amenazador", agregó Lula. "Creo que la carta fue posiblemente obra de alguien que pensó que presionándonos cederíamos", opinó, y añadió que el Mercosur enviaría una respuesta en "dos o tres semanas".
"Francia tiene mucho interés en proteger sus productos agrícolas, sus pequeñas y medianas explotaciones, sus aves de corral, sus verduras, sus quesos, su leche y sus vinos. Al igual que ellos tienen el derecho soberano de defender con uñas y dientes su patrimonio productivo, nosotros también debemos hacerlo. La riqueza de las negociaciones es que alguien tiene que ceder", indicó.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confiaba en cerrar el acuerdo para antes de fin de año, un plazo que el líder brasileño comparte.
Los comentarios de Lula se dan luego de la cumbre de dos días realizada en Bruselas entre los 27 miembros de la UE y los 33 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la primera de este tipo en ocho años, en la que se abordaron cuestiones como el desarrollo sostenible, la lucha contra el cambio climático, la seguridad regional, los derechos laborales y la igualdad de género. Un eje de discordia fue el conflicto entre Rusia y Ucrania, sobre el que no hubo unanimidad.
Previo a la cumbre, diplomáticos europeos presionaron para que se condenara enérgicamente la "agresión del Kremlin", algo que algunos países latinoamericanos no aceptaron. Finalmente, tras frenéticas negociaciones, se acordó incluir párrafos que expresan "profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania" y piden una "paz justa y duradera".
Justamente Lula ha sido visto con cierta desconfianza por parte de algunos líderes de Occidente a raíz de comentarios que realizó anteriormente sobre ese conflicto, cuestionando el rol de Estados Unidos, la UE, la OTAN y Kiev.
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