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Un ataque de las Fuerzas Armadas de Israel asesinó este lunes en Gaza a siete trabajadores humanitarios que integraban la organización no gubernamental World Central Kitchen, que facilita la entrega de alimentos en zonas de guerra. Fueron atacados aún a pesar de haber coordinado sus movimientos con el propio ejército israelí, con vehículo debiamente identificado con su logo y por carretera autorizada.
La ONG pausará sus operaciones en la región y dice que tomará una decisión sobre el futuro de su trabajo, lo que genera temores de que pueda colapsar un incipiente corredor marítimo desde Chipre para entregar la ayuda que Gaza necesita desesperadamente ante las repetidas obstrucciones israelíes.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, cínicamente "lamentó" los asesinatos, que según dijo habían sido causados por un ataque aéreo israelí. Describió el incidente como trágico e involuntario.
“Esto sucede en tiempos de guerra. Lo estamos investigando a fondo, estamos en contacto con los gobiernos [de los extranjeros entre las víctimas] y haremos todo lo posible para garantizar que no vuelva a suceder”, dijo en una declaración en video.
Sin embargo, una investigación de la cadena de noticias Al Jazeera concluyó que el ataque del ejercito israelí fue deliberado. La agencia de investigaciones Sanad perteneciente a la cadena árabe realizó el informe basado en información pública, declaraciones de testigos, imágenes y videos. A partir de esto realizó una reconstrucción de los hechos y una linea de tiempo.
El diario británico The Guardian asegurá que las víctimas entre los trabajadores y trabajadoras humanitarias asciende a más de doscientas. Esto no son errores sino que es parte del plan de exterminación que el gobierno de Netenyahu lleva adelante en territorio palestino, a lo que se suma el uso del hambre como arma de guerra, según un informe de la ONU de hace dos semanas, que alerta sobre la inminencia de una hambruna.