Por David Brooks | La Jornada
Hace 78 años el 6 de agosto, el gobierno de Estados Unidos arrojó una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima y tres días después otra parecida sobre Nagasaki, asesinando a un total de entre 110 mil y 210 mil civiles. La cúpula estadunidense seleccionó a propósito dos objetivos civiles y empleó una justificación falsa –acelerar el fin de la Segunda Guerra Mundial– para lo que fue el primer ataque con armas de destruccion masiva de la historia moderna, con lo cual se estrenó le era nuclear. Pero este aniversario no fue noticia principal (y a veces ni fue registrada) en los portales de los principales medios de Estados Unidos.
La "no noticia" del aniversario de uno de los actos singulares más horrendos de la historia tal vez se podría entender si las implicaciones de lo ocurrido pudieran ser relegadas a un archivo empolvado de un evento único en un cada vez mas distante pasado, pero esas dos explosiones atómicas siguen retumbando hasta nuestros días. De hecho, segun los expertos, la humanidad está en mayor peligro hoy que nunca de sufrir una guerra nuclear catastrófica. Las manecillas del llamado reloj del día final creado en 1947 por el Boletín de Científicos Atómicos –organización fundada por Albert Einstein y varios científicos relacionados con la creación de las armas nucleares que después se volvieron disidentes– fueron avanzadas este año a 90 segundos antes de la medianoche, lo más cercano jamás a esa hora que representa el apocalipsis. (thebulletin.org).
Es aún más extraño que los grandes medios no están resaltando el aniversario, ya que se acaba de estrenar la película Oppenheimer que cuenta sobre el llamado padre de la bomba atómica. Vale señalar que la otra película que se estrenó al mismo tiempo sí es noticia en este aniversario de Hiroshima al reportarse que Barbie ha logrado recaudar más de mil millones de dólares desde su estreno.
Durante 78 años, todos en este planeta, incluida la Barbie, han vivido bajo amenaza de muerte por parte de un pequeño grupo de países armados con bombas nucleares, y las consecuencias potenciales sólo se han incrementado. Según un informe de 2022 de Doctores Internacionales para la Prevención de Guerra Nuclear, un conflicto entre los poderes nucleares de Estados Unidos y Rusia podría llegar a matar hasta 5 mil millones de seres humanos; o sea, más o menos el fin de nosotros.
Aunque se han logrado reducir los arsenales nucleares en los últimos años, aún se calcula que existen unas 12 mil 500 bombas nucleares, con 89 por ciento de éstas en manos Estados Unidos y Rusia, reporta el Federation of American Scientists (fas.org). Estados Unidos sigue invirtiendo en su capacidad apocalíptica; un nuevo informe del Congreso calcula que Washington gastará unos 756 mil millones de dólares en sus armas nucleares en la próxima década.
Y en Washington existen planes para usar este arsenal. Poco antes de morir en junio Daniel Ellsberg –el analista militar del Departamento de Defensa quien filtró los Papeles del Pentágono, acto que ayudó a acelerar el fin de la guerra en Vietnam– comentó en entrevista con Democracy Now que permanecen vigentes planes militares contemplando una guerra para destruir tanto a Rusia como a China. “Esto es una locura… la creencia que si atacamos (con armas nucleares) primero sería menos peor que si lo hacemos segundo” es justo lo que podría ser detonado con la guerra en Ucrania "o sea, que la mayoría de la vida en la Tierra sería extinguida como parte de la pugna por el control de Crimea, el Donbás o Taiwán. Eso es una locura".
Parece que el Doctor Strangelove, de Stanley Kubrick, tristemente sigue siendo una película necesaria de nuestra era. Vale recordar que Ellsberg, quien trabajó por un tiempo como planeador de guerra nuclear, declaró en entrevista con Wired, en 2018, que esa gran película de humor negro, fue un documental en su esencia.