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Bolivia: la victoria de Paz Pereira y el realineamiento internacional

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Rodrigo Paz Pereira, electo ayer presidente de Bolivia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), gobernará el país desde el próximo 8 de noviembre hasta el 2030. El PDC no es un partido real, sino un sello electoral recuperado para un candidato que representaba el 6 % de los votos en las primeras encuestas electorales. Paz Pereira, a pesar de presentarse como un outsider de la política, es exalcalde de Tarija y actual senador por el partido Comunidad Ciudadana, del expresidente Carlos Mesa (2003-2005). El presidente electo se impuso en primera vuelta con el 36 % de los votos y superó con el 54 % al expresidente Jorge “Tuto” Quiroga (45 %) en el balotaje del domingo. La candidatura de Paz Pereira era considerada como de “centro-derecha”, frente a la “derecha extrema” que representaba su rival.


Lo que la prensa internacional ha destacado de la elección boliviana, al igual que la Casa Blanca, fue la salida del Movimiento al Socialismo (MAS) del poder después de casi 20 años de gobierno (interrumpido por un golpe de Estado en 2019). En la primera vuelta electoral, en agosto de este año, el MAS obtuvo apenas un poco más del 3 % de los votos, lo cual hace que casi pierda su personería electoral. Una resolución judicial había impedido la presentación del expresidente Evo Morales (2006-2019) como candidato, que se encuentra prófugo de la justicia boliviana en la región del Chapare por una causa de trata de personas, además de que no contaba con un partido para presentarse luego de la ruptura de un Congreso del MAS. El actual presidente, Luis Arce, por su parte, bajó su candidatura, a la que las encuestas le otorgaban menos del 2 % de los votos. Morales llamó entonces, en la primera vuelta, a anular el voto, alcanzando el voto nulo el 20 %. En el caso del actual balotaje, Morales publicó en sus redes sociales que “Paz y Lara ganaron con el voto evista, el voto de los indignados por la proscripción y exclusión electoral”.


Paz Pereira se había lanzado abiertamente a captar los votos del MAS. En la región de la sierra (bastión del MAS) obtuvo más del 50 % de los votos. A diferencia de su rival electoral, quien había anunciado que inmediatamente después de su asunción haría cumplir la orden de aprehensión que pesa contra Morales, Paz Pereira siempre evitó pronunciarse al respecto. En los posteos que realizó Morales, aseguró que “está claro” que la votación “fue más contra Tuto (Quiroga)”. A diferencia de Quiroga, Paz Pereira se comprometió a mantener en principio el subsidio para los sectores más carenciados.


En sus primeras declaraciones luego de conocerse los resultados, Paz Pereira aseguró que “Bolivia vuelve a recuperar, paso a paso, su escenario internacional (...). Hay que abrir Bolivia al mundo, retomar un rol”. El electo presidente ya había realizado diversas visitas a Washington en la previa a las elecciones. Uno de los objetivos es la “normalización” de las relaciones de Bolivia con Estados Unidos. En el 2008 el gobierno boliviano expulsó al embajador estadounidense, lo que implicó una ruptura de relaciones diplomáticas con Washington. En el último tiempo, Bolivia estrechó lazos con Irán para la cooperación en sectores estratégicos como el petróleo, el gas, la refinación y los petroquímicos. Entre otras cosas, estaba sobre la mesa un acuerdo por la explotación de las tierras raras de Bolivia y un acuerdo de defensa entre ambos países. El portal Aurora Israel no dudó en titular la victoria de Paz Pereira como “fin a los aliados de Irán”. Por su parte, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, aseguró que mantuvo conversaciones con integrantes del equipo de Paz Pereira, asegurando que este estaría dispuesto a terminar el convenio de cooperación en defensa con Irán, al que denunciaba como financiamiento al terrorismo.


Las reservas naturales de Bolivia son un botín en disputa de la guerra mundial en curso. En su territorio se encuentra la mayor reserva de litio del mundo, el salar de Uyuni, en Potosí, que actualmente se utiliza en baterías para autos eléctricos, dispositivos móviles y almacenamiento energético. Quantum Motors, que inauguró en Cochabamba en julio de 2022 la primera fábrica de baterías de litio de Bolivia, compra a China los paneles de litio que los chinos arman con el litio que llevan de Bolivia, debido a la escasa capacidad de explotación de ese material en el país.


Las medidas que quiera llevar adelante Paz Pereira, sin embargo, deberán pasar por un Congreso fragmentado. Ningún partido tiene ahora mayoría. El nuevo oficialismo contará con 47 bancas de los 130 totales; las otras fuerzas de la derecha (Quiroga y Doria Medina) tendrán 37 y 26 escaños, respectivamente. El MAS quedó reducido a 10 bancas.


Bolivia atraviesa la crisis económica más grande de las últimas cuatro décadas: una inflación del 25 % anual, desabastecimiento de combustible, bienes y medicinas, escasez de dólares, déficit fiscal que supera hoy el 10 % del PBI, recesión y una deuda pública que asciende al 92 % del PBI. Bolivia es el país sudamericano con menor PBI (45.000 millones de dólares), con altos índices de pobreza, y el Banco Mundial proyecta una recesión que durará al menos hasta 2027. El subsidio a los combustibles se comió 2.000 millones de dólares en 2024, o sea, casi el 4 % del PBI. Una de las medidas que compartían ambos candidatos en el balotaje era la eliminación de los subsidios a los combustibles, una medida impopular que hasta Evo Morales tuvo que dar marcha atrás en 2010 cuando intentó llevarla a cabo.


El Financial Times asegura que “las reservas de divisas prácticamente se agotaron en marzo de 2023, lo que obligó al gobierno a vender reservas de oro para pagar las importaciones de combustible y el servicio de la deuda”. El plan de salida a esta crisis por parte del rival de Paz Pereira era una fórmula a lo Milei: Quiroga había asegurado que pediría unos 14.000 millones prestados al FMI, además de avanzar con privatizaciones y recortes de subsidios. Paz Pereira, en campaña, había rechazado esta propuesta y planteó la posibilidad de reformas a las leyes de minería e hidrocarburos para “atraer la inversión extranjera directa y reactivar los sectores”. Pero, afirma el FT, “tampoco se cierra a una ayuda norteamericana en esta dirección”. En su discurso de la victoria dijo que había recibido el llamado del secretario de Estado adjunto norteamericano, Cristóbal Landau: “A nombre del gobierno del presidente Trump nos ha llamado para dar todo su respaldo, ayuda y cooperación para poder llevar adelante una relación estrecha. Y que uno de los gobiernos más importantes del mundo sea parte de las soluciones para que a partir del 8 de noviembre a Bolivia no le falte sus hidrocarburos”.

 
 

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