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(Foto: Getty)
En el marco de negociaciones con la oposición derechista para realizar reformas, el presidente de Chile, Gabriel Boric, removió esta semana a cuatro ministros de su gabinete, luego de que a su vez renunciara el titular del Ministero de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, sindicado como su mano derecha y segundo hombre más poderoso del gobierno, ex compañero de militancia estudiantil, envuelto en un escándalo de corrupción conocido como el "caso convenios" entre militantes de su partido político, con traspasos de fondos entre fundaciones y el Estado. En su lugar asumió Javiera Toro.
Así, el mandatario se encuentra en una posición de considerable fragilidad a poco más de un año de haber asumido.
En este contexto, está manteniendo una instancia de diálogo con los partidos de la derecha tradicional agrupados en la coalición opositora Chile Vamos, para llevar adelante una reforma tributaria para financiar proyectos del gobierno y la modificación del sistema de pensiones, una de sus principales promesas de campaña.
Boric nombró a Nicolás Cataldo en el Ministerio de Educación, en lugar de Marco Antonio Ávila; a Carolina Arredondo en el Ministerio de las Culturas, en lugar de Jaime De Aguirre; a Marcela Sandoval en el Ministerio de Bienes Nacionales y a Aurora Williams en el Ministerio de Minería, en reemplazo de Marcela Hernando.
Los casos de corrupción se habían convertido en un instrumento de presión del bloque derechista que tiene un importante peso parlamentario.