Estados Unidos acelera el cerco militar sobre Venezuela
- Redacción Política Global.AR

- hace 42 minutos
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En los últimos días, mientras Estados Unidos intensifica los ataques a barcazas supuestamente "narcos" y se multiplican las denuncias por ejecuciones extrajudiciales, trascendió que la administración de Donald Trump presuntamente exploraría un acuerdo con Venezuela que incluiría amnistía, levantamiento de sanciones y un exilio seguro para Nicolás Maduro, quien habría manifestado su disposición a dejar el poder si Washington garantiza su seguridad y la de su entorno, elimina las recompensas por su captura y facilita un destino de exilio. Estos movimientos coinciden con la ofensiva política que acompañó la entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, figura que ha respaldado abiertamente la intervención extranjera.
El Senado estadounidense rechazó limitar la capacidad del presidente para emprender acciones militares sin aprobación del Congreso. La Casa Blanca mantiene un inusual despliegue de bombarderos frente a Venezuela, ejercicios de unidades de operaciones especiales y el arribo de unos 10 mil efectivos al Caribe incluso antes de la llegada del portaaviones Gerald Ford, cuya salida anticipada del Mar Mediterráneo, dejando a Estados Unidos sin portaaviones operativos en Europa y Medio Oriente, sugiere un giro estratégico hacia el hemisferio occidental, en línea con la doctrina de “seguridad extendida” que prioriza el control del área de influencia cercana.
Otro punto clave es el alineamiento de Trinidad y Trinidad y Tobago, único país del Caricom que se ha puesto abiertamente a disposición de Washington. El arribo del USS Gravely y la suspensión por parte de Maduro del acuerdo energético bilateral —incluido el estratégico Campo Dragón, que involucra a Shell— agravan la tensión. La primera ministra trinitense incluso ordenó la detención de 200 migrantes venezolanos para su deportación.
En el frente económico, la revocatoria de la licencia de Chevron por parte de Marco Rubio y las nuevas restricciones financieras han desplomado las exportaciones venezolanas a Estados Unidos. Los pagos en crudo que Venezuela redirige a China, con liquidación en criptomonedas, evidencian el bloqueo casi total de sus canales formales.
El cuadro se completa con la política doméstica de Trump hacia los venezolanos: la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) dejó a cientos de miles expuestos a la deportación, incluso mientras continúan las presiones militares y diplomáticas sobre Caracas.
La renovada centralidad de Venezuela en la agenda mediática estadounidense y el ritmo del despliegue militar indican que Washington prepara las condiciones —políticas, comunicacionales y logísticas— para una intervención más profunda en el país.






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